Adrián Martínez

Una fragilidad de la mirada, una fragilidad del paisaje de una sociedad ciega de tanto ver.


Partiendo de conceptos como el turismo contemporáneo y el turista como la nueva identidad de sujeto contemporáneo y con esto, el mundo de la copia y del simulacro, se gesta una obra instalativa y frágil, una obra más procesual que espectacular donde juega un importante papel la mirada o la percepción. Donde la utilización de un material frágil y leve como el alfiler y el hilo hacen pausar nuestra mirada en este apresurado mundo.


El turismo moderno ha transformado la naturaleza en un lugar lúdico, usándola como espacio recreativo (la navegación, la escalada, etc.) o estético. Una meta turística como las islas ha suscitado fascinación en todas las épocas. Desde tiempos inmemoriales poetas y narradores han convertido la isla en el lugar idóneo para el desarrollo de las más insólitas aventuras y fenómenos de todo tipo.


Se ha definido a las islas como “porciones de tierra rodeadas de teorías por todas partes”. Esto explica la mística particular que rodea a las islas y su riqueza alegórica como isla-refugio, isla-soledad, isla-libertad; la isla como meta soñada, sinónimo de viajes y descubrimientos.


Hoy, se llena el océano de náufragos a la deriva, en busca del paraíso pero también de referentes, esta red de naufragios dan lugar a un discurso del fracaso del viaje que reafirma el sostenido transitar a ninguna parte. La deriva queda determinada por la indeterminación, y muchas veces como metáfora de perdición de la razón o del orden, dejando así, borrosa e imperceptible a la isla paradisiaca.







____________________________________________________________________

Dibujos






No hay comentarios: